Juego a dibujar y colorear el cuento del "Gato con botas"
Imprimo y dibujo las diferentes secuencias del cuento “el Gato con botas”
- Mis hermanos podrán trabajar con lo que les dejó como herencia, en cambio yo ¿qué haré con un gato? - se quejaba el hijo menor.
El gato al escuchar a su nuevo amo decepcionado con él se le acercó y le dijo:
- No te preocupes, dadme unas botas de cuero y una bolsa y te haré ganar mayor fortuna que las que tendrán tus hermanos.
Aunque el amo no confiaba en las palabras de un gato que lo único que hacía era cazar ratones, no perdía nada en darle una oportunidad, así que aceptó su ayuda y le consiguió lo pedido.
- Buenos días su majestad, le he traído un conejo de regalo de la cacería del marqués Carabás (nombre que inventó para llamar a su dueño).
- Agradezca al marqués de mi parte – respondió el rey.
Un día enterado que el rey pasaría junto a su hija, una bellísima princesa, por la orilla del río llevó a su amo al lugar y le dijo:
- El plan esta a punto de cumplirse, anda a bañarte al río y haz todo lo que yo te diga.
Mientras el marqués se bañaba pasó en el carruaje el rey, el gato al verlos comenzó a gritar:
- ¡Ayuda, ayuda! el marqués de Carabás se está ahogando ¡socorro!
- Pobre marqués estaba junto al río cuando unos ladrones le robaron todas sus ropas, dejándole en cambio estos harapos sucios.
El rey que se sentía muy agradecido por los regalos que le había hecho el marqués, le dijo a los hombres que le trajeran unas ropas y lo invitó al palacio. El marqués se cambió y subió al carruaje junto a la princesa que al verlo con esos vestidos tan elegantes se enamoró de él.
- Si el rey les pregunta de quienes son estos campos respondan del marqués de Carabás sino los soldados del rey los matarán.
Los campesinos temerosos de que el gato dijera la verdad le afirmaron al rey que esos campos eran del marqués.
- ¡Qué hermosos son! - le dijo el rey al marqués.
- Gracias – respondió el hijo del molinero – dan una muy buena cosecha.
Al pasar por unos viñedos el rey preguntó quien era el dueño y los vendimiadores amenazados por el gato respondieron del marqués de Carabás. Lo mismo sucedió con cada campo que encontraban en el camino.
El gato entró a saludar al ogro diciendo que quería tener el honor de hablar con él. El ogro lo invitó a pasar, le preparó unas exquisitas comidas y charlaron un rato hasta que el gato le preguntó:
- ¿Es verdad que usted tiene el poder de convertirse en cualquier animal?
- ¡Por supuesto! Te lo demostraré en este instante – respondió el ogro y se transformó en un enorme león, para susto del gato quien saltó al techo y se quedó con sus garras ahí hasta que el ogro volvió a su forma normal.
-¡Increíble! -dijo el gato –¿Usted sería capaz de convertirse en algo pequeño como un ratón? No creo sería demasiado difícil para alguien tan grande.
El ogro que era muy orgulloso no pudo tolerar que el gato pensara que no era capaz de cualquier cosa, así que se convirtió en un ratón. Y el gato al verlo se lo comió.
- Bienvenido sea el rey a la casa del marqués de Carabás, le he preparado una comida para que descanse antes de llegar a su palacio.
El rey estaba sorprendido por la riqueza que tenía el marqués y al ver que su hija lo miraba con amor le dijo:
- Si usted quiere puede casarse con mi querida hija la princesa.
El hijo del molinero aceptó feliz y a los pocos días se realizó la boda con una gran fiesta en el castillo. Agradecido con su gato se lo llevó a vivir con él para que sea su asesor principal.